4 Enemigos que te alejan de tu Emprendimiento

28 septiembre, 2020

Existen algunas trabas que pueden distanciarte de llevar a cabo tu emprendimiento, por eso debes reconocer cuáles son esas contenciones que te alejan para alcanzar ese sueño de negocio que deseas.

Te traigo 4 puntos para tener en cuenta y que pueden estar influyendo en postergar el arranque de tu proyecto:

1. Querer que todo pase ya

La falta de paciencia es una actitud que no está muy de moda pues estamos en un mundo en el que queremos todo en el corto plazo.

Nos incorporamos en una prisa que nos genera ansiedad por conseguir rápido lo que queremos y luego nos damos cuenta que las cosas suceden más lento de lo esperado.

Lo que vale la pena, generalmente nos cuesta más y tu emprendimiento ¡sí que lo vale!, así que cuida tu salud mental y ten en cuenta que primero es el ser, luego el hacer y por último el tener, por ende, no trates de alterar este ciclo.

Quiero contarte algunas estadísticas de la INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) de México, el cual indica que las probabilidades que una empresa permanezca durante el primer año, son aproximadamente 65%, es decir existe una alta probabilidad del fracaso.

Las probabilidades de fracasar aumentan conforme pasan los años, pues, de cada 10 empresas, 7 desaparecen durante los primeros 5 años. Excesivo ¿verdad?

Así que te invito, a que te inundes de paciencia y chequees todas tus actividades, les des un tiempo prudente y seas constante y disciplinado en la realización de las tareas que te propongas.

2. No tener claro el objetivo

En ocasiones cuando estamos pensando en que tipo de negocio iniciar, se presenta lo que llaman “Brainstorming”, donde tenemos varias ideas y no sabemos por cuál de ellas decidirnos.

El camino parece no tener la claridad suficiente para elegir la mejor opción.

Este es un punto clave, y lo más fácil por utilizar en esta fase, es pensar en aquello que harías, así no recibieras remuneración.

“Elige un trabajo que ames, y no tendrás que trabajar un día en tu vida”. Confucio .

Busca eso en lo que realmente eres bueno, -todos lo tenemos de manera innata-, así que puedes apoyarte en familiares y amigos para indagar esta parte, pues algunos no lo tienen tan identificado.

Eso que se te da muy fácil hacer y que además disfrutas, hará más fácil el proceso de tu emprendimiento.

No te imaginas la cantidad de opciones que tenemos y que no las consideramos para implementar, porque se nos dan de una manera muy natural, aunque para otras personas eso mismo no les resulta tan fácil. Tal vez ese puede ser un servicio o producto para ofrecer al mercado.

Te vas a encontrar con varias personas que no van a ayudarte mucho en el proceso, así que debes escuchar y decidir si esa información es útil para tenerla en cuenta.

No esperes a que todo se te dé, pues te quedarás viendo cómo pasa el tiempo. Inicia con lo que tengas, y luego lo vas puliendo y perfeccionando.

Si conoces alguien que ya ha avanzado con algo de lo que tu deseas, consúltalo y saldarás algunas dudas que te pueden ayudar. No te ahogues solo, pide ayuda, no creerás la cantidad de personas que están dispuestas a contribuir en tu proceso.

3. El miedo

Normalmente pensamos en que la emoción del Miedo siempre es mala, sin embargo, no siempre es así, pues nos sirve también para reaccionar ante cualquier situación de amenaza y salir de ella.

El tema se torna complejo cuando esta emoción se enfoca en paralizarte, te impide avanzar, y aparecen dudas como el fracaso, el dinero, la estabilidad, la competencia y otro sin número de situaciones, que la mayoría que imaginamos, nunca llegan a suceder tal y como las pensamos.

No es cuestión de arriesgarse innecesariamente, así que, para lanzarte debes definir un momento y un lugar que se ajuste a tu situación, aprender y practicar lo necesario para evitar un pronto fracaso.

Si no le das el valor al conocimiento que necesitas adquirir y evalúas los riesgos meticulosamente, lo más probable es que no consigas los triunfos que esperas.

Cuando dominas algo, te genera más confianza, por eso entre más sepas sobre lo que quieres emprender, más claro vas a tener el camino al éxito. Confía en tus capacidades.

4. Desorganización

Ser desorganizado literalmente puede costarte tu emprendimiento y generar un enorme estrés, dado que las actividades no tendrán una prioridad de realización, no sabrás por dónde empezar, ni tendrás claro el momento oportuno para iniciar.

Es por eso que, para mejorar tu rendimiento profesional y personal, garantizar el buen funcionamiento de cualquier negocio y llevarlo al cumplimiento de las metas, ser organizado tiene una gran relevancia.

Es importante que tengas muy clara la meta final y esta dividirla en metas más pequeñas, donde puedas fijar objetivos que realmente se puedan llevar a cabo.

Has una lista con los objetivos y para definirlos, existe una metodología llamada SMART (Sigla en Inglés) que podrías utilizar.

Esta metodología, establece que los objetivos que se planteen, deben ser:

S: Específicos

M: Medibles

A: Alcanzables

R: Realistas

T: Con un Tiempo definido

Luego, prioriza tus objetivos, con este orden, podrás accionar más fácilmente y no enloquecerás en el intento.

Sé que dé inicio, te costará, pero debes encontrar la forma, de lo contrario, no podrás progresar y a largo plazo, agradecerás haberlo realizado y verás la diferencia.

Céntrate especialmente en lo importante y no lo urgente, o paradójicamente mantendrás “apagando incendios” sin ver los resultados esperados.

Tal vez pensarás que esto es una pérdida de tiempo, y déjame decirte, que, aunque puede ser un tiempo valioso, más adelante comprenderás el ahorro de una cantidad de horas y es donde atesorarás esa inversión.

Si te sientes identificado con alguno o todos estos bloqueos, toma acción para derribarlos y adquiere el impulso para abrir tu negocio desde hoy.

Si deseas, puedo acompañarte en este proceso.

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